Imagotipo del Despacho Epónimo (versiòn en 32 bits)Isologo del Despacho Epónimo
VERVA VOLANT SCRIPTA MANET Verba volant scripta manent
”las palabras vuelan, lo escrito se mantiene” proverbio romano
La filosofía del Despacho Epónimo, S.A. de C.V. se refleja en su identidad gráfica. El isologo de la marca pretende conjugar dos elementos: primero, unos seres animados llamados Unowns, procedentes del universo y serie animada japonesa Pokémon® y, segundo, la tipografía característica de las máquinas mecánicas de escribir que antecedieron nuestra era digital.
Según la enciclopedia Pokémon®, WikiDex, “Unown (#201, Symbol Pokémon, アンノーン[del inglés “Unknown” desconocido, indeterminado]) es un Pokémon de tipo psíquico introducido en la segunda generación.” Estos Pokemones parecen glifos, existe uno por cada letra del abecedario latíno de la A a la Z. “Su cuerpo es fino y plano, siempre aparece en los muros de las ruinas. Tienen forma de caracteres antiguos. No se sabe qué surgió primero: la escritura o los distintos Unown, pero se sigue investigando” [1].
El concepto detrás de estos Pokemones es el lenguaje, particularmente, la escritura. Cada letra del abecedario de Unowns tiene una pupila en medio de su cuerpo animado. Pueden observar. El ojo es una ventana a la conciencia, la conciencia es aquello que observa. Ver unos ojos es sentirse reconocido. Donde el lenguaje se puede pensar como un ente pasivo que el sujeto utiliza para comunicarse, este Pokémon da cuenta de que nuestros sistemas lingüísticos parecen tener voluntad propia e independiente del sujeto hablante. Por ejemplo, nos enfrentamos con una manifestación de la autonomía del lenguaje cada vez que interactuamos con tecnologías de Modelos Grandes de Lenguaje (LLMs [Large Language Models] como Chat GPT), a las cuales como usuarios, a veces les atribuimos conciencia.
En resumidas cuentas, los Unowns—que en el universo Pokémon® habitan cuevas y templos—trazan la historia de la escritura, desde sus albores como grafemas antropomórficos, a ideogramas, después caracteres, hasta llegar a las letras de nuestros alfabetos fonéticos. Estos Pokemones y su naturaleza críptica fungen como ademán de la famosa máxima del filósofo frances Jacques Derrida, “No hay nada fuera del texto” [2], y dan cuenta de las capacidades ontológicas de lenguaje: de cómo éste es una parte fundamental e inconmensurable del fenómeno de la conciencia, cuya total determinación es y seguirá siendo de naturaleza enigmática (unknown).
Anuncio de Cemento Tolteca, extraído de la revista Calli #3, 1961.Revista Estudios Cinematográficos, Centro Universitario de Estudios Cinematográficos, UNAM, Año 1, núm. 1, invierno 1994-95 / ISBN 0188-8056. Portada.
En lo que le concierne a la disciplina del Derecho, dentro de las llamadas fuentes formales, la escritura participa como un ente protagónico en el surgimiento de normas jurídicas, tanto en procesos legislativos como en la elaboración de criterios judiciales que culminan en la creación de jurisprudencia. El lenguaje jurídico precisa de la escritura y tiene su fundamentación, primero, en la palabra; segundo, en la redacción y; tercero, en la firma. La voluntad del sujeto y las instituciones que él o ella representa, dependen de sus afirmaciones mediante el habla, y plasma su consentimiento o acuerdo en papel mediante el trazo de su firma. El dicho en clave popular, “papelito habla” es una máxima que deriva del proverbio romano según el cual “las palabras vuelan, lo escrito se mantiene”. En términos más abstractos, en este mismo sentido, el Estado de derecho en su acepción nacional depende de la interpretación del documento escrito que es la Constitución. Como Estado, la concordia entre ciudadanxs y entre instituciones está enteramente a merced del lenguaje.
Anuncio de Olivetti Mexicana S.A., extraído de la revista Arquitectos de México #11, 1960. Cuando existe el lenguaje compartido que es la igualdad de posibilidades y condiciones entre ciudadanxs, las instituciones se ponen a la altura de tal conformidad. Un ejemplo de ello es el Sistema de Transporte Colectivo (“STC”, o sencillamente Metro) de la Ciudad de México — medio de transporte predilecto de los socios del Despacho. Inaugurado en 1969 como uno de los sistemas de transporte urbano más avanzados, con un alto grado de sofisticación técnica, su creación, construcción e implementación surgió para dar cara a los crecientes retos de movilidad en la capital mexicana que—en el transcurso de mediados del siglo XX— experimentaba todo tipo de expansiones e implosiones, culturales, tecnológicas, políticas y demográficas. Por lo tanto, la tipografía del Metro es retomada como inspiración para el logotipo del Despacho y es un elemento fundamental de su identidad gráfica. Con la vuelta de siglo, esta familia tipográfica de la era espacial se ha incorporado en el imaginario urbano de México, Tenochtitlan. Funge como testimonio de la modernidad pre-digital y representa el optimismo del inconsciente colectivo, latente bajo tierra, que viaja en una red conformada por una docena de túneles que transportan a 4.5 millones de usuarios cada jornada, en vagones metálicos que viajan hasta a 80 km/h en el subsuelo de lo que hace medio milenio era un lago.
Además de la tipografía del Metro, las familias tipográficas de las máquinas de escribir dan cuenta de cómo los humanos incorporamos la tecnología mientras se inmiscuye en nuestro uso del lenguaje; razón por la cual un par de caracteres inspirados en la tipografia de las maquinas de escribir constituyen el isologo del Despacho. La progresión tecnológica es una variable determinante para la disciplina de la Arquitectura, y la historia del “arte de construir” (baukunst) ha sido en gran medida un correlato de los avances técnicos aplicados a la construcción. Mejor dicho en las palabras del arquitecto alemán Ludwig Mies van der Rohe, “Dondequiera que la tecnología alcanza su verdadera realización, se convierte en arquitectura” [3].
La ideología que el Despacho busca comunicar mediante su identidad gráfica es el reconocimiento del desarrollo de — y la pasión por — cada una de las respectivas disciplinas de causa: Arquitectura y Derecho, en relación con la progresión de la historia de la conciencia manifestada en el lenguaje, en la escritura, en el trazo, y en todas las acepciones del espíritu que se hace llamar humano.
Notas a píe
1. Datos de Unown, de WikiDex: Pronunciación: /u.'noun/ Generación: Segunda Categoría: Símbolo Tipo: Psíquico Habilidad: Levitación Peso: 5,0 kg Altura: 0,5 m Grupo de huevo: Desconocido Sexo: Sin sexo Color: Negro
2.
"Il n'y a pas de hors-texte" Jacques Derrida, De la grammatologie (Paris: Les Éditions de Minuit, 1967) p. 227.
3. Ludwig Mies van der Rohe, La palabra sin artificio: Sobre el arte de construir. Edición de Fritz Neumeyer. Traducción de Juan Antonio Ramírez (Madrid: El Croquis Editorial, 1995) p. 248.